Una historia sin animales

Un blog de Alex Oller Guinot

The High Line es uno de los innumerables parques de la ciudad de Nueva York… pero tiene algo que lo hace muy especial y diferente a todos los demás.
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La High Line, construida en 1933, es un parque en altura sobre los rieles de una antigua línea de trenes de carga que abastecía a la ciudad.
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Se extiende a lo largo de 22 calles al Oeste de Manhattan, desde el Meatpacking District (junto al Soho) hasta la 34 St, pasando por el West Village y por Chelsea.
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Actualmente sólo está abierto un tramo (desde la calle Gansevoort hasta la 18 St.), pero lo realmente interesante del parque es el proceso de como se convirtió en lo que es hoy en día.
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En 1960 la línea entró en desuso y se demolió una parte. Casi 40 años después, en 1999, surgieron las discusiones de qué se hacía con lo que quedaba de ella, si se debía demoler, mantener, reconstruir y transformar en una nueva vía de transporte público… Ante esa incertidumbre nació “Friends of the High Line”, una organización ciudadana cuyo objetivo era mantener la línea férrea como un bien público y conservar el estado salvaje de vegetación que a esas alturas tenía la infraestructura.
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Con el apoyo de las autoridades y tras un concurso de ideas surgió el proyecto ganador que mantuvo la idea que tenían los neoyorkinos, el concepto “Keep it”, o sea de conservar la línea siguiendo cuatro ideas importantes: mantenerla de forma simple, salvaje, tranquila y lenta (Keep it Simple, Keep it Wild, Keep it Quiet, Keep it Slow).
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Lo interesante del proyecto, además de su atractivo, es que los gestores del mismo son los vecinos, quienes formaron los grupos de “Save the High Line” y “Friends of the High Line” y quienes crearon las bases del concurso de ideas.
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Para la financiación se concentraron ambos grupos en “Friends of the High Line” como una organización sin fines de lucro y fueron los encargados de recaudar fondos, a través de donaciones de ciudadanos y empresas, para financiar parte del proyecto y su manutención, operando bajo la jurisdicción de la ciudad de Nueva York y de acuerdo con el Departamento de mantenimiento de parques.
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Tras conocer la historia de la High Line, me viene a la cabeza otra infraestructura elevada recientemente demolida en Barcelona, una parte de la Ronda del Guinardó. Desconozco si los vecinos se movilizaron o no, o si el Ayuntamiento quiso entablar algún tipo de diálogo, pero la verdad es que creo que se ha perdido una oportunidad única de ganar una gran zona verde para el barrio… aunque posiblemente en Barcelona tenemos lo que nos merecemos.
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2 comentarios:

Luz dijo...

Que chulo!!!! Esto es nuevo, no??

Alex dijo...

No, de 1933. Jajaja. Sí, el primer tramo se ignauguró hace menos de medio año.

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